Ingeniero, economista, urbanista, pero sobre todo ensayista y escritor. Luis Racionero fue un gran intelectual. En ocasiones, provocador y, probablemente, un avanzado a su tiempo. En mi etapa de presidente del Gobierno fue nombrado primero director del Colegio de España en París, para después dirigir la Biblioteca Nacional de España.
Luis fue todo eso y más, pero para mí fue ese buen amigo con el que mantenía conversaciones siempre interesantes. Creo que disfrutó de la vida y creo también que disfrutamos con él.