Anotaciones FAES | LA RANA Y EL ESCORPIÓN

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Seguro que Inés Arrimadas conoce la historia de la rana que se ofrece al escorpión para ayudarle a vadear el río. Por eso el viaje de Ciudadanos al universo Frankenstein en el que habita Pedro Sánchez suscita el interés de contemplar cómo la esperanza triunfa sobre la experiencia. Pactar en este caso requiere dos condiciones. La primera es creer que Sánchez dice la verdad. La segunda, creer que cumple los pactos. En cuanto a la primera, la estrecha amistad de Sánchez con la mentira no es una descalificación sino una evidencia estadística de la que Ciudadanos tiene abundantes registros. Sobre la segunda, salvo que peine coleta y hable bajito, cumplir los compromisos es una gracia que Sánchez no dilapida con fuerzas que considera menores y que además no son nacionalistas. Escuchar a Sánchez reafirmándose en que las prestaciones de los ERTE dependen del estado de alarma resultó una humillación excesiva a sus recién ganados, al menos por lo precoz.

Para ser un partido joven, parece que a Ciudadanos le pesa mucho su pasado. Su apoyo a la prórroga suena a expiación autoimpuesta o a una tardía búsqueda del tiempo perdido. Tal vez su problema sea un equivocado instinto contracíclico, antes y ahora. Cuando la recomendación esencial para no contagiarse es mantener las distancias, deciden arrimarse.