Ojalá la Universidad sea siempre un bastión de libertad de pensamiento al servicio de la libertad del ser humano

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El expresidente del Gobierno y presidente de la Fundación FAES, José María Aznar, ha participado hoy en el V Consejo Consultivo Internacional de la Universidad San Ignacio de Loyola, USIL. Aznar, que ha intervenido en el coloquio ‘La educación en la nueva realidad’, ha dicho que “ojalá la Universidad sea siempre un bastión de libertad de pensamiento al servicio de la libertad del ser humano”.

“Nunca el ser humano ha estado expuesto a tantos riesgos y ha sido, al mismo tiempo, tan manipulable.  Ese es uno de los riesgos fundamentales que una institución como la Universidad ha de tener presente”, ha añadido.

Para Aznar, “la libertad vuelve a estar hoy en el eje fundamental de la preocupación de las personas que tienen un mínimo de sensibilidad por el deseo de coexistencia, de convivencia y de mejora del ser humano”.

“Hoy la libertad de opinión, la libertad de expresión, la libertad de pensamiento debe ser como nunca un foco fundamental de actuación en el ámbito universitario. Nunca han estado tan amenazadas esas libertades. Nunca tantos poderes han sido tan diluidos y algunos poderes tan concentrados capaces de intervenir en la vida de los seres humanos”, ha asegurado.

“La revolución tecnológica se basa fundamentalmente en el conocimiento de los datos del ser humano. Y eso es un factor totalmente nuevo que puede estar lleno de posibilidades si es controlable, o de riesgos si se piensa que la libertad y la autonomía del ser humano pueden estar más puestas en entredicho que nunca”, ha subrayado.

En su opinión, la revolución tecnológica, como toda revolución “tiene sus ventajas y sus inconvenientes”. “Y los tiene en todos los ámbitos, en el ámbito político, en el económico, en el social, en el cultural y también en el educativo”, ha apuntado.

Para el expresidente, “la Universidad nunca debe perder de vista su función original. Está hecha para formar personas, para hacer mejor a las personas. Está concebida para defender la libertad de las personas, para garantizar la libertad de pensamiento, que es el motor del progreso y ha sido siempre el motor fundamental de existencia de las universidades”.

“Hoy cuando esas libertades pueden estar puestas en riesgo, ratificar el concepto clásico de los valores fundamentales de la Universidad me parece algo absolutamente esencial. Ojalá la Universidad sea siempre un bastión de libertad de pensamiento al servicio de la libertad del ser humano”, ha planteado Aznar.