“Me preocupa mucho el deterioro institucional que se está produciendo en España. Que un presidente del Gobierno no quiera y se niegue a intervenir en el debate de investidura del candidato propuesto por su majestad el Rey, que el Congreso de los Diputados esté cerrado y no funcione, que el Gobierno reúse ir al Senado a dar cuentas de su actuación, que presuma de ocupar el Tribunal Constitucional, o se presuma de tener ocupadas también la Fiscalía y otras instituciones, supone efectivamente un grave deterioro en nuestro sistema institucional, que pagaremos caro si no somos capaces de corregirlo. Y corregirlo es nuestra obligación. No aceptarlo es nuestro deber y manifestarlo públicamente. Lo tenemos que hacer a diario para evitar que el deterioro institucional se lleve por delante nuestro sistema constitucional y nuestra convivencia democrática”.
Deterioro institucional
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