“Toda ceguera sobre el autogolpe de Maduro es cómplice de su atentado de lesa democracia”

Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp
Share on linkedin
Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp
Share on linkedin

El expresidente del Gobierno, José María Aznar, ha participado en Miami en la inauguración del IX Diálogo Presidencial del grupo IDEA, Democracia de ciudadanos y migraciones, coorganizado por el Miami Dade College (MDC), la cátedra Mezerhane y el Instituto Atlántico de Gobierno (IADG). “Toda ceguera voluntaria sobre el golpe de Estado perpetrado por Maduro es cómplice de su atentado de lesa democracia”, ha afirmado en referencia a quienes no quieren ver lo sucedido el pasado 28 de julio en Venezuela. Asimismo, cree que, “la comunidad internacional tiene todavía pendiente una reacción a la altura del desafío del crimen que se está perpetrando”. En la inauguración de esta nueva edición también han intervenido la presidenta del MDC, Madeleine Pumariega, Nelson Mezherane, presidente de la Fundación IDEA Democrática, y el secretario general de la OEA, Luis Almagro.

“El mundo entero pudo comprobar que la palabra de Nicolás Maduro vale todavía menos que el bolívar, devorado por la hiperinflación”.  Según ha dicho, el régimen no solo ha hundido en la miseria a su pueblo, sino que “sigue empeñado en mantenerle bajo arresto domiciliario, haciendo de Venezuela entera un gigantesco presidio”. Además de haberse multiplicado la violencia desde el autogolpe, el éxodo de casi 8 millones de venezolanos está provocando una crisis migratoria que impacta todo el continente americano. “El encastillamiento violento de Maduro en el poder puede generar un proceso de desestabilización regional de consecuencias impredecibles”.

POLÍTICA MIGRATORIA

Por otra parte, José María Aznar ha apuntado que un Estado democrático tiene derecho a dotarse de una verdadera política migratoria que regule los flujos, y tiene la necesidad de abordar políticas de cooperación con los países de origen; y para ello conviene “diseñar proyectos de integración ambiciosos y generosos a la vez”. “Si se quiere ser tierra de acogida y además un Estado de derecho que respete los derechos humanos, se debe hacer respetar a los que llegan esos mismos fundamentos de nuestro contrato social”, afirmado.

A su juicio, exigirá que los responsables políticos “no razonen en términos de anuncios de impacto mediático a corto, sino comprometiéndose en acciones a largo plazo que respeten la dignidad de las personas y la realidad de las cosas”.