Yo creé hace años el Instituto Atlántico de Gobierno con una misión fundamental. Las sociedades actuales necesitan buenos dirigentes. Personas preparadas con vocación de servicio público, especialmente jóvenes, que sirvan para gobernar los países. Esa es la vocación del IADG; formar buenos dirigentes. A eso nos dedicamos y dedico una parte importante de mi esfuerzo y de mi trabajo. Así se intentan mejorar los países.
La vocación del IADG es formar buenos dirigentes
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