El expresidente del Gobierno y presidente del Instituto Atlántico de Gobierno, IADG, José María Aznar, ha asegurado que espera que en el mundo fragmentado en el que vivimos “Iberoamérica mire hacia donde debe. Ahora mira hacia donde no debe. Y efectivamente mirar hacia donde no debe significa que las influencias de poderes extraños, extraños a la historia, a la vida y al futuro de Iberoamérica, están muy presentes”. “Me refiero a la enorme penetración China y Rusia y de otros países en muchos países iberoamericanos. Para Iberoamérica, formar parte del mundo atlántico de las libertades, que incluso fragmentadamente va a seguir siendo la gran garantía de la libertad y de la estabilidad en el mundo, me parece absolutamente básico”, ha añadido. Lo ha hecho durante su intervención en el Foro Internacional 20 años de FIL: Democracia y Libertad, que la Fundación Internacional para la Libertad, FIL, presidida Mario Vargas Llosa, ha organizado en Madrid con motivo de su vigésimo aniversario.
Durante su intervención, José María Aznar ha subrayado que “la revolución digital que estamos viviendo da muchas oportunidades a la libertad, pero entraña muchísimos riesgos y los amantes de la libertad tenemos que estar especialmente atentos porque la revolución tecnológica da muchas oportunidades, pero nunca en la historia el ser humano ha sido tan vulnerable como lo es hoy y eso afecta al ejercicio de la libertad”.
En su opinión, “la globalización que conocimos después del fin de la Guerra Fría se ha acabado. Y ha llevado también al fin de la expresión política del orden liberal”. “Se ha producido una inmensa fragmentación en las ideas, en nuestros sistemas políticos, culturales, económicos y unas tendencias claras de ser sustituidas las democracias liberales por los sistemas autoritarios o iliberales”, ha remarcado.
En relación a la situación de Latinoamérica, el expresidente ha querido destacar también que “no hay una política norteamericana para Iberoamérica desde hace mucho tiempo y eso significa también una ausencia de interés de la Unión Europea en relación con Latinoamérica, pasando por una presencia debilitada de España en la región”.
Para Aznar, “los países iberoamericanos tienen la obligación de estrechar la brecha digital que existe entre América y otros países del mundo. Si no es igualada, las oportunidades van a ser menos”.
“Se estima que con un desarrollo positivo del 5G crecería el PIB de Iberoamérica entre 229.000 293.000 mil millones de dólares hasta el año 2030. Eso es extraordinariamente importante”, ha explicado.
También se ha referido a las cuestiones relativas a la energía en Latinoamérica, éstas tienen una “oportunidad extraordinariamente importante” en la región, ha destacado. “Cuando uno habla de los minerales que hacen indispensable el desarrollo de las energías renovables miramos y miraremos más hacia Iberoamérica”, ha añadido.